lunes, 29 de diciembre de 2008

Los hombres son de marte, las mujeres de venus

No soy una gran fan de los libros de autoayuda, ni del, como le llaman en inglés, "do it yourself". He leido alguno de "crecimiento personal", y personalmente sigo midiendo lo mismo después de leerlos. Sin embargo, hace unos meses me compré el famoso best seller de los libros de autoayuda "los hombres son de marte, las mujeres de venus". Mi intención inicial al comprármelo era hacer un estudio y sacar nuevas ideas para seguir escribiendo en el blog. Pensé en recuperar muchos de los tópicos de mujeres y hombres e intentar hacer una reflexión crítica al respecto; pero como estaba muy ocupada con el trabajo y leyendo otras cosas que me parecían más interesantes como el primer volumen de la trilogía Milenium (¡por Dios, es la droga más dura que he probado en años!...aparte del sexo, claro);en fin que el libro se quedó aparcado en mi mesilla de noche...
Unos meses y unas cuantas discusiones con mi pareja más tarde, llegué a un estado de confusión y desesperación que hacía muchos meses que no alcanzaba. Y recordé que sí había un libro de autoayuda que me había funcionado, el que usé para dejar de fumar: "Es fácil dejar de fumar si sabes como". Entonces, ¿por qué no darle una oportunidad a otro libro de autoayuda? ¿Y si funcionaba? ¿Y si empezaba a entender algo más a los hombres? ¿Y si me iluminaba sobre los posibles errores quer yo estaba cometiendo?
Así que cogí el libro con los ojos todavía llorosos por la incomprensión de mi situación, y me dispuse a ser instruída y/o iluminada.
Comienza el libro con una pequeña introducción en la que el autor narra una anécdota con su mujer en la que, tras el nacimiento de su tercer hijo y en medio de una discusión sufrió la Epifanía en la que concibió su idea para el libro y para ayudar a miles de parejas en el mundo entero. Én ese momento me paré a pensar en qué tipo de hombre habría escrito ese libro en cuestión... La contraportada fue reveladora, aunque ya me estaba temiendo la respuesta: el autor era un psicólogo americano consejero matrimonial. Algo empezaba a oler a podrido en Dinamarca...Una cosa es dejarme comer el coco para dejar de fumar (hace 4 años que soy no fumadora), y otra muy distinta es convertirme en una zombie con pareja, y poder aplicar una norma para cada situación que nos supere.
Seguí leyendo un poco más, y sólo logré confirmar mis temores. El autor enumeraba una serie de testimonios de parejas que, tras pasar por sus manos aprendían a tener una relación de pareja perfecta, no volvían a tener ninguna discusión ya que primero siempre aplicaban una de sus reglas: Ella: "seguro que está cansado y/o estresado en el trabajo y en realidad no quiere decir lo que ha dicho" (ni siquiera si te llama zorra desagradecida); él: "debería ponerme en su lugar, para ver qué siente" (incluso si lo que siente es que casarse es el mayor error que ha cometido en su vida).
Así que me replanteé la lectura del libro. ¿De verdad quería saber todas las normas que rigen las relaciones de pareja? ¿De verdad quería saber los secretos para tener una relación de pareja perfecta?
La respuesta era sencilla:NO. Puede que mi vida no sea perfecta, pero es así como me gusta. Siempre he sido autodidáctica, y prefiero contrastar opiniones con mis amigos antes que leerlo en un libro. Y es que no sólo soy autodidácta, sino que soy muy empírica, y no me sirve que me lo cuenten, sino que tengo que verlo y experimentarlo yo misma.
Me leeré el libro con mi intención inicial, como un simple trabajo de investigación.

p.d. Hoy me siento muy Carrie, ¿se nota verdad?