martes, 25 de septiembre de 2012

Tengo la edad en que la certeza caduca

Hay cosas que no entenderé en la vida. Y es que estoy en esa edad en que la certeza caduca, citando a Jorge Drexler. Y lo primero que no entiendo es a mí misma.
Vivimos tiempos convulsos y de revolución; una oportunidad de vivir y hacer historia. Ya no es una época gris en la que parece que no pasa nada. Ahora vivimos en un color: Rojo, sangre y pasión. La gente sale a la calle y protesta y se indigna y se pelean y reciben palos metafóricos y literales.
Vivimos una época de sobreinformación. Tanta, que no sabemos lo que es real y lo que no. Somos críticos con todo y con todos; y el que más y el que menos tiene alguna opinión formada de lo que pasa o lo que pasará. Es curioso ver a tanta gente informada de algo que no sea la página de sucesos o la prensa rosa...
Pero la vida está llena de tantas cosas....

Una pequeña personita como yo, que siempre se ha sentido bastante comprometida, que se indigna y se preocupa con facilidad, se siente sorprendida por la vida en general; por los extraños giros que da, porque llega un momento en el que cuando parecía que todo estaba claro de repente no entiendes nada.
Y es esa edad en la que te sientes casi tan perdido como cuando eras adolescente, pero con la infelicidad que el conocimiento conlleva. Cuando eres adolescente sientes que tienes un mundo por delante; tantas experiencias nuevas...A mí me quedan muchas cosas por vivir y muchas experiencias nuevas, pero hay ciertas primeras veces que ya no volverán, ni las buenas ni las malas. Que no vuelvan las buenas te hacen sentirte ciertamente melancólica, y que no vuelvan las malas te convierten en una pequeña cínica.
No es cumplir años lo que nos deprime (o al menos a mí personalmente) si no la pérdida de partes de tu inocencia. Es la inocencia lo que realmente añoramos del pasado; y el asentamiento del recelo lo que tememos en nuestro futuro.

Hace poco me dijo una amiga que sí que era cierto que nunca llegas a conocer a alguien. Si es así, ¿cómo afrontas el futuro? Mientras las cosas que te queden por descubrir de una persona sean buenas somos capaces de ser optimistas, ya que pensamos: "Me va a sorprender mucho en el futuro". Pero, ¿y si son malas? ¿Y si lo que creías saber de esa persona llega un día y es todo incierto?

La gente, cuando les preguntas estas cosas, te dan consejos contradictorios: "No puedes vivir tu vida pensando en eso", pero "No tropieces dos veces en la misma piedra". ¿Cómo saber si es la misma piedra?

Así que ya no hay certezas...No tengo ni siquiera garantías de que mi pasado haya sido del todo verdad. Y digo del todo, porque hay una pequeña parte que vives y que eso nadie te puede quitar. En algún momento has tocado y te han tocado. En algún momento has besado y te han besado. En algún momento has llorado, y en otro has sido inmensamente feliz. No importa lo que piense nadie, ni siquiera tú misma, porque como dice una canción "sometimes my mind plays tricks on me". Importa lo que sientes y has sentido, ni siquiera importa si lo ha sentido otra persona contigo o no ya que nunca estarás 100% segura de que lo haya sentido de verdad.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Diccionario de frases tópicas típicas

Ay queridas y queridos, ¿cuántas veces habremos oído o dicho las mismas frases para romper algún tipo de relación? Esas fantásticas frases que rezas porque a tí no te digan, o que cuando se lo dicen a una amiga siempre te sale del alma un "¡Venga ya!".
Aún así no importa cuántas veces las oigamos, ni lo muy tópicas que sean, porque, ¿seguro que a tí nunca se te han escapado?
Vamos a hacer una pequeña relación de las más comunes y vamos a traducirlas. A veces tienen doble lectura dependiendo de si el que la enuncie es un hombre o una mujer.


  1. "No eres tú, soy yo": La lectura real de esta frase es completamente al revés: "no soy yo, eres tú". Es de las más utilizadas, y todos, en algún momento de nuestra vida amorosa o la hemos usado o la hemos retenido a tiempo en nuestra boca. Mentira piadosa que en el fondo oculta un "no me gustas". Suele ir acompañada de una buena colección de frases tópicas que veremos aquí como "necesito tiempo, espacio, encontrarme a mí mismo,...."
  2. "Necesito tiempo y/o espacio": como leí en alguna parte....si es esto lo que necesitas cómprate un cohete y llévalo a la Luna, y así tendrás ambas cosas. Lectura real muy similar a la anterior "no me gustas"; aunque si la dice un hombre generalmente implica otra cosa: "quiero follarme a otras tías" (ese es su concepto de tiempo y espacio....).
  3. "Es la primera vez que me pasa": Chicas, ya sabéis a que me refiero con esta frase.....Mira que mala suerte tenemos que siempre les pasa por primera vez contigo! ¿En serio? He llevado a cabo una encuesta sobre este respecto, y la mayoría de los hombres coinciden en que si fuese así se toman un rato para recuperarse o solicitan la ayuda necesaria y luego terminan la faena...
  4. "Yo no me masturbo": En un tanto por ciento de mujeres puede ser real, pero en los hombres no. Es un impulso animal que tienen desde pequeños. Tocarse, por ser fina, lo hacen en mayor o menor medida. De hecho hay muchos que se tocan sus partes íntimas en sitios públicos por encima o por debajo de la ropa, y eso nos debería hacer pensar dos cosas: primero, tienen una relación muy estrecha con su zona genital, o segundo tienen herpes, ladillas o algo similar. Si una mujer se toca en público sólo hay una respuesta: hongos.
  5. "Sólo es una amig@": Este supuesto sólo es cierto si la persona que pregunta es una patológicamente celosa, sino tanto para hombres como para mujeres significa "me lo/la quiero tirar o ya lo he hecho en algún momento".
  6. "Eres una mujer/hombre increíble, pero no puedo darte lo que necesitas": Misma lectura que el nº 1 "no me gustas".
  7. "Me duele la cabeza/estoy con la regla": Chicos, recordad que este supuesto sólo es real una vez al mes....Lectura "no quiero echar un polvo".
  8. "La/lo voy a dejar": Nunca suele ser cierto...sino que vuelvan cuando lo hayan hecho!
  9. "Tienes unos ojos preciosos": las mujeres lo solemos decir muy sinceramente; los hombres a veces, pero la mayoría de las veces significa "menudas tetas que tienes"
  10. Mi favorita..."Te llamo": ¿Para qué se pide el teléfono si no lo vas a usar? ¿Es algún tipo de tortura china?
En fin...espero que toméis buena nota de ello. Yo por mi parte seguiré investigando y estoy segura de que habrá segunda parte de esta entrada. Es más, si me pongo a investigar seguro que puedo escribir un libro de autoayuda. Así que hombres y mujeres empezad a renovar vuestro repertorio porque estoy dispuesta a sacar todos los trapos sucios a la luz.

sábado, 15 de septiembre de 2012

Aún hay más: el juego de la soltería

Tal y como decía en el post anterior, los problemas de las mujeres solteras de mediana edad pasan todos por la falta de tiempo y por el cansancio vital.

Nos volvemos más exigentes por una parte (las cosas o se hacen bien o no se hacen), pero por otra parte necesitamos menos rodeos.

¿Recordáis cómo hace no tantos años os encantaba que os cortejasen infinitamente; que os volvía locas el no saber si sí o si no, pero preferíais vivir con esa incertidumbre antes de que fuesen al grano? A mí me parecía el momento más bonito de todos: el coqueteo incesante. Podía pasarme semanas, meses e incluso años coqueteando con la misma persona. El eterno tira y afloja. El eterno, ¿y qué pensará? ¿Y qué creerá?

Pero como ya dije, ahora no tengo tiempo.

Después de una par de relaciones fallidas te queda una sensación de pérdida de tiempo. Hubo momentos muy buenos, por supuesto, incluso mágicos. De hecho, lo que me enamoró de la última es que para bien o para mal siempre me sentí muy cómoda siendo yo misma. Sin posturas, sin efectos; queriendo impresionar al principio, claro. Pero muy rápidamente pude dejar todo eso de lado y sólo sacarlo a ratos. Me sentía cómoda y segura de mí misma porque todo estaba claro (hasta que dejó de estarlo, obviamente). Por eso, me cuesta seguir el juego.

¿No os cansa el jijiji jajaja que no llega a ninguna parte?

Alguna parte no significa matrimonio e hijos, a diferencia de lo que creen muchos hombres. Y es más, informo a esos hombres que el compromiso no significa eso. Alguna parte significa rollo de una noche o rollo eventual o rollo semanal. y no incluyo relación seria porque pasa por todos los estado anteriores.

Cada vez estoy más a favor del rollo americano.

Cita número 1: cena y película. Si la cosa va bien al final de la noche un beso o dos está permitido.
Cita número 2: si la 1ª fue exitosa y alguno de los dos se decide a llamar (es importante recordar darse los teléfonos en la cita nº 1...) se cena de nuevo y la conversación se pone un poco más personal. O mejor aún, se tiene una cita a la luz del día: un evento deportivo, ir a la playa, etc. Más besos y un ligero sobeteo están permitidos.
Cita nº 3: ya se sabe para qué quedáis de nuevo. "Tonight is the night", diría Rod Stewart. Sin embargo, esa tercera cita y el final encuentro amoroso no garantiza nada futuro, pero al menos sabrás algo más de esa persona además de qué ron bebe por las noches. (Aunque bien pensado, ¿es importante saber algo más?).

No es que las cosas vayan a estar más claras de esta manera, pero sí los pasos a seguir. Aunque es probable que yo acabase saltándome unos cuántos...

Ya véis. El juego de la soltería me tiene confusa....

Es sábado por la noche. Mejor será que saque fuerzas de flaqueza y me maquee un poco para no estar sentada en el banquillo todo el tiempo. Porque si esto es un juego, habrá que salir al campo a pelotear, ¿no?


domingo, 9 de septiembre de 2012

La dura vida de la mujer trabajadora y soltera

Asumámoslo. Ser soltera y trabajadora hoy en día no es plato de buen gusto.

Analicemos todos los hechos:

1. Es cierto que tenemos libertad para hacer nuestros planes y nuestra vida como nosotras queramos. No tenemos que contar con una segunda opinión, ni tener que llegar a un consenso más que con nosotras mismas. Hay ciertos placeres como llegar a tu casa y que se encuentre en el mismo estado en que la dejaste, o que nadie monopoliza el mando de la tele. Pero a la hora de la verdad trabajamos como burras 50 horas por semana y estamos tan reventadas cuando llegamos a casa que no nos apetece ni limpiar, ni cocinar, ni ver la tele. Personalmente, vivo en un bucle de trabajo-casa (o más bien diría cama) del que ni sé ni quiero salir.

2. Cuando estás en pareja tu aspecto físico no es tan importante. Si bien es cierto que siempre he defendido que esto es un error dentro de la pareja, lo cierto es que pelos más pelos menos, al macho ya lo impresionaste al principio y ahora se va a lo que se va. Es más, en pareja descubres que te encuentran más sexy recién levantada, con chándal o con pintas con las que el macho desconocido ni se atrevería a mirarte a la cara. Así que te acomodas. Siendo una mujer soltera tienes que estar siempre presentable para la acción, ya que nunca sabes cuando puede llegar tu ocasión. Por no hablar de la presentabilidad de tu casa (sábanas limpias, desagües libres de pelos,etc).

3. Lo más importante: el macho lo tienes en casa. No hay que salir a buscarlo. Desde luego, una cosa está clara: si te quedas en casa sentada no va a aparecer un hombre dispuesto para lo que sea, desde sexo a hacer labores del hogar por tí. Así que tienes que lidiar con todo tu cansancio y las pocas ganas de sociabilizar y salir a la calle. Eso sí. Siempre hay alguien que te dice: "No vas a encontrar al hombre de tus sueños en un bar por la noche" (Ese alguien siempre está en pareja...claro). ¡Coño! ¿Dónde lo voy a encontrar si trabajo 50 horas semanales y me paso la vida del trabajo a casa? Para colmo de mis males, soy autónoma y no creo que sea ético intimar con empleados ni clientes, ¿no? Entonces, ¿qué me queda? ¿Esperar a que llegue algún comercial a venderme algo y salte la chispa? ¿Que por obra de gracia me pida una cita?

No creo que se nos vaya a pasar el arroz, y la verdad que no es eso lo que debería preocuparnos; pero lo cierto es que al final de una semana agotadora todas queremos un poco de cariño, de calor humano, que nos hagan la cena y que nos digan lo sexys que estamos al levantarnos por la mañana en pijama y sin ser capaces de articular palabra.

Como me dijo una amiga, con una situación peor que la que describo ya que es soltera reciente, trabajadora y madre, "somos una página en blanco". ¡Pero coño, sí que cuesta escribir la primera línea!

martes, 4 de septiembre de 2012

Hoy voy a creer en el karma

Yo no voy a ser hiriente. ¿Acaso sirve de algo serlo? A mí no.
Lo mejor y lo más sencillo y a la vez más difícil (la vida está llena de paradojas...) es cambiarlo todo; empezar de cero y obviar que ciertas cosas ocurrieron alguna vez. Dicen que Dios perdona pero no olvida, y yo, aunque atea, siempre me he reconocido en esa frase. Dicen que de los errores siempre se aprende, pero yo soy capaz de tropezar muchas veces con la misma piedra, siempre con el mismo pretexto: el AMOR.
Mi madre me decía hace poco que no debes de arrepentirte nunca de las cosas que has hecho por amor, sean buenas o malas. Y me parece que tiene mucha razón...como siempre. Pero para una mujer tan pragmática en todo en su vida, tener esta gran contradicción y dejarme ir a ciegas en el amor es algo que, cuando se acaba, me deja completamente vacía y desesperanzada. ¿Tanto puesto en una sola persona? ¿Para qué? Si al final sólo estoy yo y mis sentimientos, mejor o peor parados. Si sólo quedan buenos recuerdos muy empañados por los malos.
Pero esta vez el cuento parace ser muy distinto. Esta vez la mala soy yo. No importan mis motivaciones, ni mis sentimientos, ni si a mí me hicieron daño también. La mala soy yo.Y eso me desconcierta más.
Y es que todos al final tenemos memoria selectiva. Nos acordamos de lo bueno cuando no debemos, y de lo malo cuando ya no tienes la última palabra. Nos frustra, y queremos dar muchas más explicaciones de las necesarias. ¿Para qué, si ya estaba todo dicho?
Hace años haría las maletas y me iría lejos. Era lo mejor, y lo más fácil. Nada te recuerda a nada, y creamos nuevos recuerdos de cero. Ahora, soy más adulta, y tengo responsabilidades. Sin embargo, también intuyo que tampoco me haría feliz. Huir no es una opción. No tengo nada de lo que esconderme. Y aún así ahí está, ese sentimiento de que a lo mejor podría haberlo intentado más, pero que 2 segundos más tarde se disipa facilmente.
Esta vez estoy yo y mis pequeños cambios (además de arreglar el desaguisado en el que me he quedado). Esta vez no tengo miedo de lamer mis heridas en público, porque si algo sí que sé ahora que soy adulta es que doy el 300% de mí misma cuando estoy enamorada. Soy capaz de renunciar a muchas cosas por amor; por uno que valga la pena. Pero tal vez, esta vez haya aprendido una lección. Tal vez la próxima vez que me enamore daré un 150% de mí misma para no volver a correr el riesgo de olvidarme de quién y cómo soy, y no hacer nada que no me haga sentirme orgullosa de mí misma.
Es cierto que de toda historia siempre hay 3 versiones: la mía, la tuya y la verdadera. Y aunque puede que yo no sepa muy bien cuál es la verdadera, hoy voy a creer en el karma...porque el karma síempre sabe quién tuvo razón y quien no.
Lo cierto es que no en todas las historias la culpa se reparte al 50%.