miércoles, 15 de febrero de 2017

Estoy cabreada

Sí. Estoy muy cabreada. Se suponía que con casi 40 años, una ya no estaría perdida en la vida. Se suponía que habría encontrado algún tipo de estabilidad. Se suponía que tendría una vida mejor que la que tenían mis padres a mi edad. Se suponía que el futuro sería menos incierto de lo que es. Se suponía que dejaría de tener ganas de empaquetar mis cosas e irme a otro lugar. Pero no. Por eso estoy cabreada.

Me siento completamente estafada, porque me vendieron que si trabajas duro llegarás lejos en la vida; lo que no sabía es que por lejos se referían a otro hemisferio. Estoy cabreada porque pretenden hacerme creer que si no tengo esa vida es por culpa de mis malas decisiones. Quieren que, aún encima de sentirme puteada, me sienta culpable por ello.

Pero no sólo eso. Me tengo que sentir una persona afortunada por tener 2-3 trabajos (lo peor de todo es que me gustan...) y no ser capaz de llegar a fin de mes. Soy afortunada por trabajar casi 50 horas semanales y apañarme para pagar facturas, deudas y nada más.

A mis casi 40 años no debería temer ponerme enferma por miedo a cobrar menos; no debería no saber qué son unas vacaciones pagadas, ni pensar que voy a trabajar hasta el día que me muera porque el Gobierno se está fundiendo el dinero de mi futura pensión. Y sí, no os vayáis a creer, tengo un plan de pensiones desde hace unos años al que mis "suculentos" salarios y mis deudas con la administración han impedido que aporte ni un céntimo, y que como no me pueda jubilar, se lo comerá esos bancos a los que pagamos un rescate.

¿Y a mí quién me rescata? Porque que yo sepa al currito de a pie, nos dan "facilidades" de pago, post multa administrativa e intereses de demora...

¿Y qué me decís de "el desconocimiento de la ley no te exime de cumplirla"? Pues ya os informo yo de que no funciona así para todos. Veréis: por "desconocimiento de la ley" me tocó pagarle al ayuntamiento 800€ cuando era autónoma. Al declarar yo que no poseía dicha cuantía y que si podía pagarla fraccionadamente, me informaron de que era muy pequeña para poder hacerlo. Sólo me quedaba el embargo. Para mi sorpresa, en pleno mes de diciembre, me embargan 300€ de un sueldo de 800€ (la ley dice que sólo se puede embargar un 30% del sobrante al salario base; es decir, 15€ en mi caso). ¿Les puedo poner una multa? ¿Una reclamación? No, sólo pedirles amablemente (si me entero a tiempo) que me devuelvan lo que es mío.

Y yo, idiota de mí, más que indignada, me voy a mi casa aliviada y no pienso más en el asunto. Y así hacemos con todo. "Uff, la factura de la luz no fue tanto como yo creía", por ejemplo. Y una vez más te dejas estafar y aún encima te sientes aliviada.

Y así con todo...

No sé cómo arreglaré este desaguisado de vida que tengo. Cuando tenía 20 años todo lo arreglaba haciendo las maletas y empezando de nuevo, pero ahora lo meditas más porque ya te han metido ese miedo en el cuerpo que te dice que puede que sea una mala decisión más, que volverás con el rabo entre las piernas, mayor y sin que nadie te quiera para un trabajo.

Preferiría creer que un día despertaremos y hundiremos a la clase política imperante, que tiraremos abajo esa reforma laboral que nos ha dejado trabajos de mierda en los que vivimos subyugados por miedo a no poder pagar las facturas. Pero no creo que eso ocurra, porque es mucho mejor vivir aliviado que meditar sobre la mierda en la que te hacen casi-ahogarte ("eh! pero no me ahogo del todo...").

Yo no quiero sobrevivir. No quiero llegar a fin de mes pensando que he salvado otro mes a costa de dejarme la salud y la vida en general en ello. No importa lo mucho que me guste mi trabajo, y que en ocasiones lo haya hecho gratis. Quiero vivir. Quiero viajar, ver y disfrutar, y llegar a ser una viejta jubilada que tenga mucha vida que contar, y que en mi lápida (metafóricamente hablando) diga algo más que "Pagó sus facturas. Se fue sin deudas".