viernes, 26 de febrero de 2016

Me siento bien en mi piel

Después de unos meses de drama en los que me he sentido más perdida que un pulpo en un garaje, de haberme sentido vieja por primera vez en mi vida, de pensar constantemente ¿qué estoy haciendo mal?, me vuelvo a querer otra vez.

No sé cómo ha pasado, ni me lo quiero preguntar por miedo a que la respuesta se me vuelva a escapar. Pero me siento bien en mi piel; una piel de 37 años, con sus estrías, sus arrugas y una incipiente gravedad que lo lleva todo hacia abajo.

Me vuelvo a gustar como hacía tiempo que no lo hacía. He vuelto a ser yo, con mis mechas rubias y mi pelo largo. Y no me siento ajena.

Las cosas están todavía lejos de estar claras o solucionadas, pero estoy tranquila. Respiro hondo y disfruto de mi compañía; y me gusta.

No siento un vacío en mi vida, y mis únicas necesidades son materiales, y ahora sé que llegarán. Me siento bien disfrutando de los pocos momentos en los que estoy sola. Ya no hay drama, y sólo lloro de risa.

Y se lo debo a ellos. Ellos que han estado ahí, empujándome y recordándome que soy mejor de lo que era capaz de ver. Animándome en cada pequeño paso que daba para salir del túnel. Diciéndome que si recibo todo este amor de ellos es porque yo se lo he dado antes.

Los hay que siempre han estado ahí, que no me abandonan ni cuando me regodeo en mis miserias. Los hay que me ha sorprendido saber que están ahí, y que han compartido sus miserias conmigo para que no me sintiese tan sola. Los hay que le gritan al mundo lo mucho que me quieren, y los hay que me lo muestran en bajito.

A todos, gracias por hacerme ver que se está muy bien en mi piel


No hay comentarios: