jueves, 15 de abril de 2010

Maneater /vs/ Womanizer

El caso es que hace unas semanas, sentados en la barra de un bar discutíamos unos amigos y yo sobre las diversas formas que tienen los hombres de ingeniárselas para librarse de las tías.
Uno de mis amigos, womanizer conocido, quiso compartir un comentario al respecto únicamente con el otro hombre sentado en la barra, mi novio. Yo, indignada y pensando en las posibilidades que esa conversación tenía para escribir algo nuevo aquí, lo animé a que compartiese ese comentario con nosotras apelando a mi condición de "novia de.., hermana de..., mejor amiga de...", todos ellos hombres sin pelos en la lengua.
Lo que vine a descubrir me escandalizó por simple y vago. Resulta que nuestro amigo womanizer recibió instrucciones de un amigo sobre lo que hacer cuando repites polvo con una misma mujer, y al cabo de varias sesiones ella insiste en que quiere algo más (y por "algo más" me refiero a una cita textual, ya que ningún hombre se atreve a preguntar qué es lo que entendemos por algo más, y sólo con la idea de que "algo más" signifique noviazgo, matrimonio o similares, ya se echan a temblar...¿Por qué nunca se imaginan que "algo más" es un amigo sincero y no sólo un polvo?). En fin, que el "brillante consejo" fue "échale un mal polvo para que no quiera repetir". ¿Cómo? ¿Cómo? No sé si alguien se hace una idea de mi estupor del momento. "No entiendo", le dije a mi amigo, "el fin de todo eso, ¿no es echar un buen polvo? "Judith", me respondió él, "para nosostros es más fácil conseguir un polvo que nos parezca decente. Con un poco de esfuerzo todos podemos desahogarnos".
¡¡Joder!! ¿Así que todo se reduce a eso? A ver si ahora resulta que iba a tener razón "un amigo de un amigo" (nunca conocemos a la fuente real de todas estas leyendas urbanas...) que decía que si se pasaba toda la noche preguntando "¿Follas?" malo sería que alguna no dijese que sí. ¡A eso sí que le llamo yo selección natural!
Mi amiga y yo nos quedamos presas del estupor unos instantes, momento en el cuál decimos transpolar esa teoría a nuestra experiencia. Y rápidamente llegaron las ideas. He de decir que ese día estaba especialmente despierta y ágil, mentalmente hablando, así que empecé por darle la razón a mi amigo:
"El problema, mi querido amigo, es que la mayor parte de las mujeres llegan a un polvo ocasional con la idea preconcebida de que podéis ser un "algo más" en potencia. Las mujeres, generalmente, buscamos algo más que sólo un desahogo físico. Y eso es nuestro problema. Sin embargo, en el caso de una Maneater sería todo mucho más fácil y satisfactorio que en el caso de un Womanizer..." ¿Por qué? "... sencillo. Una Maneater podría echar el polvo de su vida con el hombre que escogiese para la ocasión, y librarse de él en el momento que ella quisiese con una frase muy sencilla..." ¿Cuál? "...Te quiero/Creo que me estoy enamorando y todas sus variantes". Al menos nosotras tenemos mejor sexo... Y si no, para el caso del desahogo ¿no son preferibles los "trabajos manuales" con los que luego no dais explicaciones? Si es que...Y luego dicen que nosotras nos complicamos...

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