sábado, 15 de septiembre de 2012

Aún hay más: el juego de la soltería

Tal y como decía en el post anterior, los problemas de las mujeres solteras de mediana edad pasan todos por la falta de tiempo y por el cansancio vital.

Nos volvemos más exigentes por una parte (las cosas o se hacen bien o no se hacen), pero por otra parte necesitamos menos rodeos.

¿Recordáis cómo hace no tantos años os encantaba que os cortejasen infinitamente; que os volvía locas el no saber si sí o si no, pero preferíais vivir con esa incertidumbre antes de que fuesen al grano? A mí me parecía el momento más bonito de todos: el coqueteo incesante. Podía pasarme semanas, meses e incluso años coqueteando con la misma persona. El eterno tira y afloja. El eterno, ¿y qué pensará? ¿Y qué creerá?

Pero como ya dije, ahora no tengo tiempo.

Después de una par de relaciones fallidas te queda una sensación de pérdida de tiempo. Hubo momentos muy buenos, por supuesto, incluso mágicos. De hecho, lo que me enamoró de la última es que para bien o para mal siempre me sentí muy cómoda siendo yo misma. Sin posturas, sin efectos; queriendo impresionar al principio, claro. Pero muy rápidamente pude dejar todo eso de lado y sólo sacarlo a ratos. Me sentía cómoda y segura de mí misma porque todo estaba claro (hasta que dejó de estarlo, obviamente). Por eso, me cuesta seguir el juego.

¿No os cansa el jijiji jajaja que no llega a ninguna parte?

Alguna parte no significa matrimonio e hijos, a diferencia de lo que creen muchos hombres. Y es más, informo a esos hombres que el compromiso no significa eso. Alguna parte significa rollo de una noche o rollo eventual o rollo semanal. y no incluyo relación seria porque pasa por todos los estado anteriores.

Cada vez estoy más a favor del rollo americano.

Cita número 1: cena y película. Si la cosa va bien al final de la noche un beso o dos está permitido.
Cita número 2: si la 1ª fue exitosa y alguno de los dos se decide a llamar (es importante recordar darse los teléfonos en la cita nº 1...) se cena de nuevo y la conversación se pone un poco más personal. O mejor aún, se tiene una cita a la luz del día: un evento deportivo, ir a la playa, etc. Más besos y un ligero sobeteo están permitidos.
Cita nº 3: ya se sabe para qué quedáis de nuevo. "Tonight is the night", diría Rod Stewart. Sin embargo, esa tercera cita y el final encuentro amoroso no garantiza nada futuro, pero al menos sabrás algo más de esa persona además de qué ron bebe por las noches. (Aunque bien pensado, ¿es importante saber algo más?).

No es que las cosas vayan a estar más claras de esta manera, pero sí los pasos a seguir. Aunque es probable que yo acabase saltándome unos cuántos...

Ya véis. El juego de la soltería me tiene confusa....

Es sábado por la noche. Mejor será que saque fuerzas de flaqueza y me maquee un poco para no estar sentada en el banquillo todo el tiempo. Porque si esto es un juego, habrá que salir al campo a pelotear, ¿no?


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