lunes, 12 de octubre de 2015

No sé si quiero estar soltera contigo

Después de darle vueltas al famoso "quiero estar soltera contigo", y su antítesis "por qué quiero estar soltera contigo es una mierda peligrosa", de haber tenido un fin de semana de mucha reflexión sola, o en voz alta con amigos, he llegado a una conclusión: "No sé si quiero estar soltera contigo".

Certezas en la vida tenemos muy pocas, y yo menos todavía. No sabemos, bien por miedo, bien por desconocimiento; pero no sabemos. Tomamos decisiones porque hay que hacerlo, pero no sabes si es la correcta, la incorrecta o todo lo contrario. Sencillamente no lo sabes. Caminas, y la mayor parte del tiempo, no sabes a donde. Pero decides. Decides tomar un camino u otro o basándote en tu propia experiencia o en tu intuición, y básicamente rezas para llegar a dónde quieres llegar, si lo sabes, o que al menos el sitio al que llegues te guste.

La gente dice: "Quiero tener una casa". ¡Qué ilusión te hace firmar una hipoteca! ¿Crees de verdad que la simple posesión de algo, que realmente no será tuyo hasta que puede que ya no lo puedas disfrutar, marcará el camino de tu felicidad? Sé que no quiero tener una hipoteca; he tenido los suficientes préstamos en el banco como para saber que no quiero atar mi vida de esa manera ni condicionarla así. Pero lo sé ahora. Puede que mañana sí quiera. Puede que mañana vea la casa de mis sueños y no me imagine viviendo en ningún otro lugar. No lo sé.

De la misma manera con todo, y más si implica sentimientos por el medio. ¿Quiero tener hijos? No. ¿Es un no definitivo? No lo sé (aunque tampoco me preocupa). ¿Quiero casarme? No. ¿Es definitivo? No lo sé (y tampoco me preocupa).

Lo que quiero decir es, ¿cómo cualquiera de esas personas saben cómo quieren que sean sus relaciones futuras y probablemente inexistentes en el momento en el que estaban escribiéndolo? Decir que cada relación es un mundo es una obviedad, porque cada persona con la que te encuentras es distinta y saca cosas diferentes de ti. Es imposible predecir cómo será el futuro con esa persona, pero es casi imposible también saber qué clase de relación vais a tener. Te dejas llevar o no; pones unos límites o no. NO LO SABES.

Puede que sepas algo: lo que no quieres. Nuestro exceso de equipaje sentimental nos lleva a descartar situaciones en nuestras vidas. Es lo que decía en el post anterior: acción-reacción. Si sabes que algo te hace daño, no lo quieres en tu vida. ¿De verdad? ¿Acaso el ser humano no es el único que tropieza 100 veces con la misma piedra y, a veces, a esa piedra le podemos poner nombre y apellidos? ¿Quién no ha tenido una piedra así en su vida? Mis padres que llevan juntos casi 40 años. Ni ellos, seguro que antes de conocerse tuvieron otras piedras en sus vidas...
 
Así que señoritas que os habéis creído tan listas diciendo y desdiciendo, ahora que me he parado a pensarlo, creo que tienen ustedes una gran bandada de pájaros en la cabeza. Las relaciones no son niños probetas. No podemos diseñarlas a nuestro gusto en nuestra mente antes de estar en ellas. Hacer eso es de primero de Disney. Sólo podrás saber que habrá cosas que no quieras, y una vez que estés metida en materia podrás pensar alguna cosa más. Personalmente prefiero el momento "¡qué bien estoy, y no sé cómo llegué hasta aquí porque estaba ocupada disfrutándolo!"

No sé si quiero estar soltera contigo, casada contigo, ennoviada contigo, tu pareja de hecho, tu mejor amiga, follamigos, etc. Primero descubre quién es "contigo", y luego lo único que importa es "quiero estar contigo" y disfrutarlo el tiempo que lo disfrutes. ¡Vivid, coño! No os lo imaginéis

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