martes, 24 de marzo de 2009

La desolación de Liam Neeson

Me ha impactado tanto esta imagen...y su título. Un hombre adulto, exitoso, que ha perdido a su mujer en un estúpido accidente. Camina por el cementario momentos después de haberla enterrado en presencia de los suyos y de algunos fotógrafos a los que ha saludado amistosamente. Este fotógrafo captó el momento en el que camina de la mano de su suegra con la mirada perdida en el infinito. Ella, la gran Vanessa Redgrave, parece dirigirle palabras de consuelo. Ella que acaba de perder a su hija...¿Por qué? Tal vez el fotógrafo, o quién quiera que haya titulado esta foto, acertó por completo, y ese hombre alto, de rostro duro y mirada tierna esté desolado, perdido y con una aflicción que ahora mismo se le antoja infinita.


Somos tan estúpidos que no nos damos cuenta de lo que realmente significa perder a alguien, para siempre. Somos tan estúpidos que no sabemos medir nuestras palabras ni siquiera pensando que puede que sean las últimas que nuestros seres queridos escuchen de nuestra boca.


Liam Neeson se ha quedado solo con sus hijos y su familia y amigos, pero solo al fin y al cabo, sin su pareja, sin su compañera. Puede que se esté preguntando cómo va a criar a sus hijos sin su madre; cómo va a volver a hacer cenas para sus amigos de profesión, tan famosas en su barrio newyorkino, sin Natasha. Pero es muy posible que se esté preguntando qué va a pasar con todos los planes que tenían juntos, con todas las cosas que le quiso decir y nunca le dijo.


La ausencia nos hace sentir culpables, en todas sus formas. Sin embargo, la muerte es la forma de la ausencia que más culpables nos hace sentir, porque es la única ausencia que sabemos que será irreversible. Ya está. No habrá mejores momentos para decir o hacer algo. No tenemos una segunda oportunidad para decir "lo siento", "te quiero", o incluso "has hecho de mi vida un infierno".


¿Significa esto que debemos decir siempre lo que pensamos? Nunca he sido partidaria de hacer algo así, y mucho menos con alguien a quién queremos; pero sí creo que debemos decir en todo momento lo que sentimos. Al fin y al cabo, nuestros pensamientos, cómo las palabras, son muy volátiles, a veces; sin embargo, lo que sentimos es algo que arraiga mucho más adentro que un pensamiento.


Quizá sí deberíamos compartir siempre nuestros sentimientos por estúpidos que nos parezcan, pueriles o muy íntimos...o quizá no.


Me rompé el corazón ver a alguien tan triste y desolado como Liam Neeson y sólo el pensamiento de que en algún momento esa pueda ser yo no lo hace mejor.


Por fin, me he dado cuenta de que las palabras, aunque se las lleve el viento y necesitemos hechos para corroborarlas, sí que sirven para algo, pues nuestros sentimientos no sirven para nada si no los comunicamos.


Os propongo no dejar pasar esas oportunidades y decirle a quién se lo merezca que lo quieres, o que lo has querido, que no puedes vivir sin él o que te ha hecho un daño profundo. Dejad salir rencores, amores, alegrías y penas, antes de que todo eso se lo lleve la ausencia.





p.s. I am deeply sorry about your loss Mr. Neeson

1 comentario:

Ruben Calvo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo...

Hace casi un año perdí a alguien muy importante en mi vida... con la cual tenia muchos planes... que siempre iba dejando para mas adelante...

Pero ya no existe un mas adelante... es algo muy duro perder alguien a quien quieres...

Ahora intento hacer las cosas y no pos ponerlas tanto...