martes, 9 de noviembre de 2010

Explicaciones

Es difícil de explicar algo que uno mismo no entiende. Y yo tengo experiencia. Soy profesora, y tengo que explicarme lo que nadie más entiende. Incluso si no lo entiendo del todo, mi obligación es buscar una explicación simple y directa para las preguntas y problemas de lo más variados. Podría encontrar muchas respuestas evasivas, pero ese no es mi estilo. Me gustan las respuestas directas, claras y sencillas, así que, como mínimo, yo debo ofrecer lo mismo.

Por eso resulta muy frustrante cuando parece que todo el mundo lo ve claro, menos tú. Es difícil evitar los signos que dicen que la que se equivoca eres tú y no el resto de la gente. Pero, ¿y si yo tengo más datos que los demás? ¿Y si resulta que conozco el problema mejor? ¿Tendría yo razón o estaría jugando a engañarme a mí misma para tenerla?

No necesito tener razón en todo, pero sí entenderlo, incluso aunque no esté de acuerdo. Me cuesta seguir adelante sin razones, sin porqués,....y me quedo estancada dándole mil vueltas y alguna más. ¿De verdad hay cosas que no tienen explicación?

Que todo tiene un principio y todo tiene un final es algo que no dudo, pero igualmente tiene un por qué. ¿Es cierto eso de "se nos acabó el amor de tanto usarlo"? ¿Se acaba así o es una explicación para algo a lo que realmente no le queremos encontrar explicación?

Sin embargo, esto cansa. Buscar respuestas es cansado. Además, que las busques y la encuentres no quiere decir que hayas encontrado la correcta, sino que has encontrado una, la que te ayuda a dejar de buscar, a dejar de preguntarte....¿No es el camino más corto?

Las respuestas que yo busco no están en mí. Las tiene otra persona. Y sólo depende de esa persona el compartirlo conmigo o no. Al menos he aprendido a dejar de comportarte como una niña en la etapa tan irritante del ¿y por qué? Saber que no están en mí no me ha calmado, no me ha resignado...Y comportarme como una semi-adulta no ha parado a la niña que llevo dentro que se sigue preguntando ¿y por qué?, sino que simplemente la ha callado.

El secreto es que en algún momento buscaré respuestas a otras preguntas, y será en ese momento cuando, de ninguna parte, encontraré las respuestas a las preguntas que me hago ahora.

Parece que las respuestas más ansiadas son más lentas que el caballo del malo....

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