viernes, 12 de noviembre de 2010

La chispa

Es algo complicado de explicar....

El otro día volví a ver Sexo en Nueva York 2, poseída por un exceso de hormonas en mi cuerpo, y con el lagrimal a punto de desbordar. Hay días así...Vosotras me entendéis; vosotros no....Es un fenómeno al que los hombres asisten atónitos, y al único al que le buscan explicación y al que no deberían. En fin, que Carrie y Big llevan 2 años de casados y se les empieza a notar el acomodamiento; en especial a él. Carrie, sobrepasada por la situación, le dice que tiene que hacer un esfuerzo, que los dos tienen que hacer un esfuerzo por mantener la chispa de su matrimonio viva.

Y es que las mujeres seguidoras de esta serie asistimos incrédulas a esa situación también. La chispa de Carrie y Big parecía no tener fin; parecía que cada vez que estaban juntos era imposible que no salten chispas por todos los lados...Y en la segunda película, vemos a Big como un hombre casado más. Pero ya conocéis mi teoría sobre que el hombre feliz se acomoda en el sofá, y la mujer feliz quiere más, más, más...Y si no me creeis a mí, leeos "Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus", en el que hay un gran apartado sobre la convivencia entre el hombre y la mujer.

Y, ¿qué es la chispa? Eso es lo que es difícil de explicar...

Hay veces en las que besas a alguien y te encuentras analizando el acto en sí. Igual que en ese capítulo de Big Bang en el que Leonard se besa por primera vez con Leslie: "Umm. No ha estado mal. No produces demasiada saliva; no me he sentido acosada por tu lengua. Pero no he sentido nada". Incluso puede que lo repitas y seguirás siempre pensando sobre ello. Puede ser incluso peor, ya que los hay que matan la chispa antes de que ocurra, anunciándote lo que van a hacer o incluso pidiéndote permiso. Y piensas: "Bueno...es educado", intentando buscar alguna forma de justificarlo, o verle el lado positivo.

Pero hay otras veces en las que parece como si los astros se alineasen, y que se den una conjunción de casualidades perfectas que hacen que todo sea mágico. Es cuando te besan y lo único que pasa por tu mente es "¡Dios!"; es cuando el resto del tiempo no encuentras palabras para explicarlo. Y tras ese instante, se borra todo de la mente. No existe nada más. No puedes pensar en otra cosa que en lo bien que estuvo, y en cuándo se repetirá.

Dicen, que lo normal en una relación, es que eso se pase con el tiempo. Te vas calmando; te acomodas en el sofá; y ya no te sientes como antes...

Yo, llevaba 3 años con mi pareja, cuando me lo encontré por la calle y pensé: ¡Dios! ¡Es tan guapo! A pesar de nuestros más y nuestros menos, la chispa siempre ha estado ahí...al menos por mi parte (aunque me inclino a pensar que si no es mutuo no la sientes).

Una amiga me decía el otro día que parecía que nos besábamos como si nos acabásemos de conocer, siempre...

Sabemos que eso no es fácil de encontrar, y los que lo hemos tenido tenemos tendencia a agarrarnos a ello como a un rencor... Es una droga más. Pasas un mono, y una desintoxicación. Pero, como ex fumadora que soy, constato que lo mejor para dejar un vicio, no es encontrar otro...

Aunque como ex-fumadora que soy también constato que hay recaidas, pase más o menos tiempo..................

2 comentarios:

Aceituna dijo...

Qué razon tienes! La chispa es la chispa... jajaja!
Me encanta tu blog, sobre todo porque los ejemplos que pones, son los que yo pondría! También soy una friki de The Big Bang Theory y Sexo en Nueva York! :) Pasaré por aquí de nuevo, un saludo!!!

Anónimo dijo...

Me gusta lo que escribes con tanta sabiduría. Es un placer leerte.